La indiferencia social, es una de las más crueles actitudes del ser humano de este tiempo al vivir centrado en el egoísmo y toda clase de vanagloria. ¿De qué sirve, si alguno dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo? Si un hermano o una hermana carecen de ropa y alimento y ustedes les dicen vayan en paz y no les dan con que cubrirse y que comer ¿de qué sirve? Por tanto una fe sin obras es muerta. Santiago 2.