Orar en Silencio es meditar en una reflexión profunda en paz y conexión interior.
Sintonizamos mejor con nosotros mismos con más entendimiento y discernimiento de la presencia divina en nuestro ser interior.
El silencio tiene la capacidad de calmar la mente y abrir el corazón. En un contexto más amplio de calma y reflexión interna, la oración
silenciosa es más poderosa pues los pensamientos son palabras.
No hay razón
para creer que sea menos eficaz que hacerlo en voz alta.
Orar desde lo íntimo de nuestros pensamientos establece una conexión más intima con la conciencia infinita del Eterno.
Orar sin cesar es una constante
conexión desde la mente, meditando en silencio, con sinceridad y amor bondadoso en todo lugar.