Ay
de vosotros... que aparentan virtudes que no tienen para ganar reputación.
Parecen piadosos y bondadosos sin serlo. Yeshua los denuncio por su doble moral a los maestros y sacerdotes que estaban espiritualmente muertos, sin ver la necesidad de cambiar ni de arrepentirse.
Sacerdotes y predicadores son esclavos de orgullo y avaricia.
Yeshua reprocho su falsa apariencia... les dijo: limpiáis lo de fuera del vaso y por
dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseos ciegos! Limpien vuestra alma.
Ay de vosotros, que son semejantes a sepulcros blanqueados, os mostráis justos ante los hombres,
pero están llenos de hipocresía, de robo y toda clase de
iniquidad.
¡Partida
de víboras! preocúpense por reflejar la luz del Eterno Dios Santo en sus
vidas, porque ustedes son mentirosos, engañadores, hijos de vuestro padre el diablo.